
Pues este año no, no vamos a realizar un shopping especial enfocado a las rebajas. Entre promociones, descuentos, black Fridays, zonas outlet… llevamos años con rebajas perpetuas. ¿Para qué hacer más hincapié en ello? Somos de lo que no hay, nos quejamos de las grandes cadenas con precios medios que supuestamente explotan a sus trabajadores y proveedores pero nos metemos en la de al lado, más barata, que seguramente es todavía más abusiva con sus empleados.
Está guerra de precios, que la venta Online también ha fomentado obligatoriamente, al final nos está explotando en la cara. Si no apoyamos a nuestras empresas y tiendas de barrio, sobre todo en estos momentos, acabaran desapareciendo y al final estaremos en las manos de cuatro grandes. Perderemos calidad, competitividad sana, el trato personalizado, una atención exquisita, originalidad, diseños únicos y exclusivos, especialización, selección cuidada, asesoramiento, incluso en el textil vuestra personal shopper gratuita. Los escaparates iluminados, la vida en la calle, el placer de salir de compras, puestos de trabajo, sociabilidad… podríamos poneros cientos de ejemplos.
Al final el que pierde, como siempre, es el consumidor. Menos competencia, menos oferta que al final se traduce en falta de variedad, y por supuesto, de calidad.
Realidades que hemos asumido en nuestras adquisiciones actuales como normales y que en realidad son una tomadura de pelo, un ejemplo claro, que ya damos por normalizado, es la llamada obsolescencia programada. Es decir, la determinación del fin de la vida útil de un producto de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño del mismo, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos factores, por ejemplo por falta de repuestos, induciendo a la compra de un nuevo producto que lo sustituya. En realidad la función es generar mayores ingresos debido a que nos obliga a realizar compras más frecuentes.
Por supuesto que apoyamos, y desde nuestras redes daremos la difusión que se merecen, ese espíritu con el que nacieron las Rebajas: liquidar esos stocks que por falta de variedad o tallaje incluso por diseños (en cualquier sector) que por razones obvias y lógicas se han quedado más antiguos. Pero siempre desde la perspectiva de la honestidad y dejando claro que son unas Rebajas reales, donde la calidad y originalidad no varía frente a la bajada de precio.
Ese sigue siendo nuestro espíritu, El Espíritu Bazar.