Es uno de los platos típicos de la capital que con el frío se convierte en uno de los más deseados. Un caldo calentito que entona para pasar a unos garbanzos con un valor nutricional saludable, acompañados de un vuelco de carne y verdura que puede variar en función de la receta del cocinero.
Tenemos la suerte que la oferta gastronómica en Madrid es muy variada y de calidad. En la preparación de este plato, por supuesto, también es así enriqueciendo las diferentes maneras de ejecutarlo y presentarlo.
De la Clave destacamos sus famosos cuatro vuelcos, su entrada con una “Croqueta de Pringá”, una sopa de fideos impecable que ahora entra estupendamente bien, unos garbanzos perfectos (que, según el gusto, también se pueden agregar a la sopa) acompañados de unas verduras y carnes de calidad y en abundancia. Si a todo esto le unimos un espacio decorado con un agradable papel pintado, un servicio impecable y unos buenos vinos, la experiencia resulta más que agradable. Lo que más nos sorprendió, la magnífica acústica, un salón lleno de comensales en el que mientras almorzábamos, podíamos mantener con tranquilidad una distendida charla que siempre hace más placentera una comida.
Tuvimos la suerte de poder charlar con Pepe Filloa, director d
e cocina de este espacio, y preguntarle por el sabor tan delicado de los garbanzos que acabábamos de degustar “El secreto está en la cocción en la que después de media hora se le van agregando los diferentes ingredientes” y con Ainhoa Gutiérrez, hija del empresario Tomás Gutiérrez 
que desde hace dos años delegó la dirección del restaurante, “Desde luego una materia prima de calidad es fundamental, pero también hay mucho cariño en el plato que tenéis en la mesa”
Terminamos haciendo un gran esfuerzo para probar el postre recomendado por Pepe, unas deliciosas filloas que comimos con absoluta gula.
Cincuenta años de existencia que se asegura con este gran relevo generacional y un equipo de catorce personas para disfrutar de toda una experiencia, desde luego tenemos que volver para probar un cocido madrileño acompañado de champagne, y por supuesto nos apetece probar el resto de la carta.
Ahora, si vives en Madrid o vienes a esta ciudad, visita imprescindible a este restaurante para comer uno de los mejores cocidos de la capital, seguro que disfrutas tanto como lo hicimos nosotros.
Ana Zuazo
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